miércoles, 11 de junio de 2008

Costumbres uruguayas - El mate


Si bien son muchos los países en la región que tienen esta bebida arraigada en sus tradiciones, para el uruguayo esta costumbre es algo muy particular.
El mate es más que una simple bebida, al que el uso del termo le brinda la portabilidad necesaria para convertirse en un compañero permanente. Tan es así, que no existe prácticamente un lugar en donde el mate sea visto como cosa curiosa dentro de todo el territorio uruguayo.
Tanto en un paseo como haciendo cola para un trámite en una oficina pública o en un medio de transporte colectivo, uruguayo y mate se funden en una misma imagen.
El desayuno y la merienda son los momentos en los que con mayor frecuencia se toma mate, pero también puede tomarse como "aperitivo" momentos antes de almorzar o cenar, e incluso después. Por sus características energéticas, algunas personas rechazan su ingestión en horas al anochecer, pero también justamente por eso, estudiantes y trabajadores optan por acompañar con mate sus estudios o tareas cuando éstas requieren mantenerse despierto.
La Yerba Mate
Proveniente del árbol del mismo nombre, las hojas secas y trituradas de la yerba se usan para preparar una infusión llena de energía.
En cualquier momento
La disposición a disfrutar de la caliente infusión está presente a toda hora del día.
Donde quieras y como quieras
Mientras la portabilidad que le dio el termo hace que sea posible ver a un uruguayo tomando mate prácticamente en cualquier lugar, la disposición de disfrutar de la caliente infusión está presente a toda hora del día.
Es común encontrar a los trabajadores nocturnos con el mate como compañero de labores, siendo inimaginable un sereno o un taxista nocturno sin la consabida pareja de elementos.
Si bien se podría pensar que en cierto modo el mate es como el café o el té, no debe dejarse de lado el hecho de que no es posible entrar a un bar y pedir un mate, lo que pone de manifiesto su carácter fuertemente familiar. El termo y el mate sólo existe dentro de los hogares pero es posible prepararlo fuera, siempre y cuando se sigan ciertos "ritos ancestrales".
Para cualquier clase social
Difícilmente pueda concebirse un hogar uruguayo sin un mate, y hay muchos de ellos con más de uno, para diversas ocasiones o momentos, acerca de los cuales ya vamos a tratar. A tal punto su difusión está extendida, que podríamos llegar a pensar que es el único componente unificador de clases que existe, pues desde el más humilde hasta el más encumbrado tiene incorporado el hábito del mate.
Cuando hacíamos referencia a un sereno o a un taxista, fue porque son los personajes más representativos de la actividad noctámbula al resaltar sus componentes inhibidores del sueño, pero desde el médico hasta la enfermera en las salas de guardia de los hospitales, desde el peón en la obra hasta el arquitecto en su estudio, el mate ha sabido lucir una campechana presencia sobre el césped de los campos de fútbol tanto como una orgullosa gallardía en las grandes mesas de las salas de reuniones de importantes empresas.
Salas de convenciones, asambleas político-partidarias, e incluso oficinas gubernamentales de altos funcionarios estatales, cuentan habitualmente con él, al tiempo que diputados, senadores, ministros y presidentes han aparecido ante cámaras sorbiendo el contenido de un humeante mate.
Los ritos
Tomar el mate, ponerle la yerba, la bombilla, verterle el agua caliente... ¿y ya está? ¡Nada más lejos de la realidad!
De hecho está tan lejos como "de aquí a Pando" por usar una expresión muy propia y suponiendo por supuesto que Ud. no esté en Pando...
Preparación

Al mate se lo llena hasta la mitad de yerba... No, espere, espere... Al mate se lo llena con aproximadamente 3/4 de yerba... ¡No, no!... Son algo así como 2/3 de su contenido de yerba... A ver, a ver... bueno, ¿quiere que le diga una cosa? ¡No hay recetas! Y no porque sea cosa de grandes "chefs" ni nada que se le parezca, sino porque "todo depende"... depende del cebador, depende de la yerba, depende de la "partida" o "lote" de yerba, porque dentro de una misma marca a veces la yerba viene de una manera y a veces de otra...
La yerba "hinchará" con el agua caliente ocupando la mayor parte del recipiente.
Para que la yerba no "se queme", primero se moja con agua fría, antes de colocarle el agua caliente, sin la bombilla puesta. En la primera foto podemos ver un truquito para evitar ese golpe del agua caliente sobre la yerba y es colocar la bombilla sobre el mate, aunque algunos la colocan ligeramente inclinada, apoyada sobre la yerba, pero el efecto es el mismo: el contacto con el frío metal bajará unos grados la temperatura del agua.
La yerba absorberá el agua y comenzará a hincharse; cuando no quede agua visible, se coloca la bombilla y se vuelve a "cebar" estando pronto el primer mate.
Tan ritual como la preparación, es este primer mate. Cada vez que alguien hace de anfitrión, acostumbra servir a las otras personas primero y dejarse a sí mismo para el final. Esto no se aplica al mate. ¿Quién se toma el primer mate? El primer mate se lo toma el mate...
La rueda del mate, el primero, los siguientes, el último...
Luego del simbólico primer mate, donde la yerba todavía absorbe agua y se hincha como si el mate mismo se lo estuviera tomando, comienza la rueda, en riguroso orden "jerárquico", el cebador (un verdadero anfitrión), seguido de los más allegados al él (su esposa, sus hijos)... y el resto de los mortales.
A veces, ante la presencia de un invitado en la rueda, éste tiene el honor de ser "el siguiente" en la rueda, después del cebador.
El segundo mate lo toma el cebador, quien contrariamente a lo que podría pensarse, realiza esto en el sublime gesto de tomar el que se considera el mate "más feo": el más fuerte, el que no tiene quizá la temperatura adecuada, el que tal vez esté demasiado corto, o largo, o esté tapado, o cualquier otra desventura que pudiera haber sucedido.
Como cualquier cocinero que prueba su comida, el cebador también "prueba" el mate para asegurarse de que esté en condiciones apropiadas.
Recién después, le corresponde a los demás participantes de la rueda según el orden previamente indicado. Un mate a cada uno, en estricto orden exactamente igual en cada vuelta. Si alguien se cambia de lugar, el cebador es el encargado de mantener el orden original, impidiendo los "adelantamientos".
¡Hacia el infinito y más allá!
El último mate no existe... el último es aquel que un uruguayo tomó antes de partir hacia una mejor vida, donde quizá se reencuentre con viejos compañeros materos, para reanundar la rueda que se vio momentáneamente suspendida, y recordar cada uno sus historias. Por eso, cuando finaliza una rueda, cada uno toma "el penúltimo"...
Al ser la rueda un concepto infinito, el integrante sabe que mientras esté en ella, siempre le ha de llegar "otro mate" en la siguiente vuelta, pero si en algún momento ya no le apetece otro, jamás va a pronunciar la sacrílega frase "No quiero más". Un uruguayo siempre quiere otro mate, y en su lugar, va a decir sencillamente "¡Gracias!" para indicar que, en esta rueda, ya está satisfecho.
El mate es tanto un desayuno como una merienda, básicamente, pero tiene connotaciones mucho más importantes, como lo son, la unión entre las personas. Ser convidado con un mate es una disposición de confianza genuina, no olvide Ud. que se comparte una bombilla. Hay quienes no acostumbran a convidar ni formar parte de una rueda con cualquier persona.
También la rueda de mate es una incitación a la conversación, y eso, en un ambiente laboral, es una diferencia muy grande con un simple café o té. El mate no está prohibido... ¡lo que está prohibido es la rueda de mate!
La vuelta
Después de varios mates, la yerba empieza a desgastarse, a agotarse, igual que un sobrecito de té ya no suelta más jugo después de la tercera o cuarta taza.
El cebador entonces procede a cambiar de lugar la bombilla, para que el agua caliente caiga sobre una porción no agotada de yerba. Depende de cada cebador el lado hacia el que da vuelta el mate, así que aquí no hay generalización posible, pero lo que más o menos se da por sentado es que la bombilla se desplaza 45° en la abertura del mate, lo que hace que después de 4 vueltas, prácticamente el mate está agotado.
Luego de eso, la opción es remover la yerba de manera que lo que esté más abajo pase a estar más arriba y lograr así un par de vueltas más. La yerba pudo haber hinchado mucho, entonces se puede quitar el exceso para lograr nuevamente una cebadura con espuma. Ante cada vuelta, se retoma el aspecto espumoso y el sabor amargo, hasta que llega el momento en que el mate "ya no tiene más vuelta". Se dice que el mate está "lavado", cuando ya no se logra sacar más espuma: la yerba está floja y la bombilla ya no queda tan firme, el agua comienza a aparecer limpia.
¡Ensílleme ese bagual!
Quitando un poco de yerba agotada y poniendo un poco de yerba nueva, es posible rescatar un mate "lavado" y arrancarle unas vueltas más.
Si se desea seguir tomando, más allá del ensille, habrá que vaciarlo y prepararlo de nuevo.
Si se tiene cuidado al cebar, no se mueve ni se deja enfriar, un buen cebador con un mate del tamaño y dimensiones adecuadas puede lograr consumir 2 litros de agua manteniendo un mate gustoso hasta el final. Muchos no logran mantener un mate en condiciones, lavándolo a las pocas cebadas, haciéndolo intomable, caliente y sin gusto.
Cebar bien el mate es algo que se aprende con el tiempo.

Fuente: Lo bueno de Uruguay

1 comentario:

Anónimo dijo...

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